Esto lo han propuesto muchos economistas, y tiene todo el sentido, yo creo, SI quieres reducir las emisiones de CO2. Pero, sin entrar en las intenciones que tengan, el caso es que actúan como si hubiera otras cosas que les importan mucho más que las emisiones. Vaya, que las emisiones no les importa gran cosa, porque lo que hacen ya se ha demostrado que afecta muy poco a las emisiones.
El primero que yo recuerde proponiendo un simple impuesto a las emsiones, y nada más, fue McItrick.
Era mejor, porque relacionaba el impuesto con el calentamiento. Más calentamiento; más impuesto. No calentamiento; muy pequeño impuesto. Lo que además propiciaría un avance formidable en la ciencia. A la industria le interesaría saber lo que va a pasar con la temperatura, para avanzar lo que va a costar el impuesto.
Otra ventaja es que proponía una carga impositiva neutral. Lo que se recaudara del impuesto de CO2 se liberaba de otros sitios.
http://www.thegwpf.org/content/uploads/2013/07/McKitrick-Carbon-Tax-10.pdf
Pero es evidente que ningún político ni ningún alarmista climático aceptaría eso. Basar algo en la realidad es como una herejía o pecado en ese mundillo. Y MÁS impuestos es un por supuesto. Así que esta propuesta diferente, menos herética para los alarmistas, parece una alternativa razonable.
Sería interesante la opinión de economistas. Mi apuesta es que es totalmente implanteable. Por el horrible pecado de su transparencia ¡La gente se enteraría de lo que cuesta el cuento del clima!
Tiene guasa la cosa. Muchos «negacionistas» aceptaríamos un impuesto que inevitablemente reduciría mucho las emisiones (que están haciendo mucho bien), pero los supuestos creyentes del cuento no lo van a aceptar. Porque prefieren un sistema oscuro e incontrolable que no está reduciendo las emisiones. El mundo al revés.